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EF: ¿Podrías compartir las prioridades, agenda e iniciativas en las que se encuentran trabajando para incrementar la competitividad del sector en España?
MA: Fenin como organización empresarial tiene mucho equilibrio y disciplina. Con cierta regularidad y en momentos históricamente oportunos, por ejemplo, ante el inicio de una nueva legislatura política como el presente, elaboramos un documento de las propuestas prioritarias para la Sanidad y el sector de Tecnología Sanitaria para que queden registrados nuestros planes y estrategias. Hemos presentado el documento al nuevo Gobierno, a las comunidades autónomas y a los partidos políticos porque son los que muchas veces toman la información para ser debatidas en los foros de los respectivos gobiernos nacional y autonómicos. El documento responde a procesos establecidos e identificados y que son una dinámica que tratamos permanentemente en nuestra organización. Todo ello desde un enfoque transversal que comienza con la financiación, porque consideramos que la financiación de la sanidad no es suficiente. Llevamos muchos años reclamando mayor financiación para el sistema sanitario. Había un compromiso de los distintos Gobiernos de las últimas legislaturas de llegar a una financiación del 7% del PIB que aún no se ha cumplido, y para nosotros esto representa un problema importante.
También nos referimos al entorno regulatorio. Un porcentaje de regulación sobre este sector proviene de Europa; de cada diez regulaciones al que está sometido el sector, seis provienen de Europa. Es muy importante que el entorno regulatorio sea estable tanto en dispositivos médicos, in vitro, y en otras regulaciones permanentes, como lo es también el acceso equitativo a la innovación para todos los pacientes. Un sistema equitativo para todos es prioritario. Muchas compañías afiliadas trabajan con hospitales públicos, La contratación pública es una gran parte en sus cifras de negocio. En cuanto a la Ley de Contratación Pública, demandamos que se le adjudique mayor importancia al valor de los productos innovadores en el sector sanitario. También como parte de las diez propuestas de nuestro documento, demandamos un plan de industrialización, ya que en nuestro país el nivel de fabricación de tecnología es media/ baja. Hay mucho emprendimiento a nivel de startups y un plan de industrialización es importante también para este sector, identificado como estratégico. En los diez puntos identificados como prioritarios se incluye un plan de renovación de equipamiento tecnológico obsoleto, que ya es una realidad con el Plan Inveat (Renovación de Equipos de alta Tecnología). Somos uno de los países europeos con mayor nivel de obsolescencia tecnológica, por lo que se han invertido 796 millones de euros para hacer que los diagnósticos sean más precisos y los tratamientos más exitosos. Pero para que el plan sea exitoso debe tener continuidad. Finalmente debemos enfocarnos en la colaboración público-privada, que ya es parte de nuestra realidad y debe buscar ir cada vez hacia sistemas más eficientes.
EF: ¿Cuál es el rol de España dentro del panorama más amplio de la Unión Europea y como trabaja Fenin con Medtech Europa a nivel regional?
MA: Trabajo en Fenin hace un largo tiempo, más de tres décadas; cuando entre a la organización los marcos regulatorios para la tecnología sanitaria estaban siendo creados, ya que hasta entonces el sector estaba desregulado. Hoy, nuevamente la regulación cambia, pero hay fidelidad y lealtad entre las partes. Las medidas que se van tomando son positivas, pero hay empresas que se verán perjudicadas en su situación en el mercado, por lo que necesitamos esfuerzos aún mayores y la participación de Fenin en organizaciones europeas como Medtech Europe, COCIR, FIDE y ADDE es fundamental. Fenin participa en ellas en todo lo que se refiere a dispositivos y tecnologías médicos. Somos una organización a nivel nacional que une a todo el sector, cosa que no pasa en otros países europeos. Nuestra presencia en COCIR, FIDE y ADDE nos permite trasladar las problemáticas del sector y poner de manifiesto nuestras dificultades. España tiene ciertas problemáticas porque la industria es pequeña y tiene dificultades en adecuarse a la remuneración y a la ausencia de organismos notificados suficientes para responder a la demanda. Desde el punto de vista regulatorio tenemos la lealtad de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que reconocemos y nos enorgullece. Nos reconocen como un intermediario válido, pero también necesitamos trabajar a nivel europeo, donde las necesidades específicas de un país pueden no ser consideradas debido a una toma de decisiones más transversal. No obstante, tenemos una presencia muy activa en Medtech Europe, y ojalá hubiera una plataforma que una a las organizaciones empresariales europeas actuales para tener una hoja de ruta conjunta, y aunar criterios con cada parte manteniendo nuestra identidad. Somos el único interlocutor de la administración, el gobierno y la comunidad y transmitimos las opiniones de todas las partes interesadas sobre la tecnología sanitaria. Somos un grupo de influencia que defiende los intereses empresariales con fidelidad institucional, considerando que nuestro sector genera empleo cualificado y riqueza, otorgándonos una representatividad de gran peso específico.
EF: Las asociaciones son un puente entre la industria, gobierno, e incluso a nivel país y región. ¿Cuáles son las estrategias de Fenin para fomentar e incrementar innovación, capitalizar en la calidad de las tecnologías médicas en España y posicionarse en Europa como un mercado de innovación?
MA: Trabajamos coordinada y alineadamente con las distintas administraciones nacionales y de las comunidades autónomas. Primero, demandamos un plan de industrialización que permita exponer las necesidades de una industria que aporta un alto valor agregado mediante la tecnología y que influye en la salud de pacientes y ciudadanos. El plan fue presentado ante el Ministerio de Industria; llevamos mucho tiempo trabajando en proyectos de valor en los que identificamos, desde nuestra perspectiva, las necesidades del sector. Al no tener producto, dado que somos una Federación, recogemos las experiencias y conocimiento para luego expresar el factor común. En el 2009 creamos una plataforma de innovación, denominada Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria, cofinanciada por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que tiene más de 300 entidades afiliadas. La plataforma agrupa a centros tecnológicos y de investigación, a la industria y a las universidades. Con el tiempo, hemos profundizado en el tema, creando proyectos concretos que llamamos “polos tecnológicos de innovación”. Trabajamos con las diecisiete comunidades autónomas de España para lograr perspectivas comunes y compartidas y fomentar ecosistemas competitivos de innovación biomédica en las regiones del país.
En esta estrategia, trabajamos con la autoridad sanitaria local y la administración competente en el ámbito de innovación en temas que nos competen y nos alineamos con los centros tecnológicos, los clusters de salud en las comunidades autónomas que nos da un entorno de una puesta común de distintos stakeholders, la industria y los startups. Dentro de Fenin tenemos 30 startups que no tienen recursos para ser asociados, pero les damos determinados servicios. El polo de innovación industrial crea un ecosistema de innovación que pretende aunar a todas las partes bajo distintos modelos de investigación, innovación y negocio. Hemos empezado a realizar encuentros, que llamamos “match-making”, y ya los hemos organizado en el País Vasco, Asturias, Andalucía, Madrid y Cataluña. Por ejemplo, en uno de esos Matchmaking hicimos un modelo muy interesante, los cirujanos se expresaron ante un foro de 200 representantes de distintos stakeholders, ofreciendo desafíos y las startups planteaban soluciones para esos retos. Los profesionales siempre buscan soluciones y los emprendedores suelen tener las respuestas. Este modelo nos enseña que, en temas como la IA, la robótica, la impresión digital, etc., siempre encontraremos diferentes partes interesadas uniéndose en un campo determinado. Los gobiernos regionales deben optar por estos emprendimientos.
El proyecto aún es nuevo, pero está dando muy buenos resultados. Existe un documento elaborado por la Unión Europea sobre la autonomía estratégica abierta que pretende hacer menos dependiente a nuestro país de mercados extranjeros. Durante la pandemia nuestro sector fue identificado como estratégico y esencial, pero teníamos una altísima dependencia de otros mercados, sobre todo asiáticos. En ese momento crecimos creando iniciativas de valor como esta.
EF: Después de casi tres décadas en Fenin, ¿cuáles han sido los principales logros en de tu trayectoria como secretaria general de la asociación, y cuáles las principales lecciones para el futuro de Fenin y del sector?
MA: Si bien han sido tres décadas en Fenin, como máxima responsable ejecutiva han sido veintitrés años. Nuestra organización tiene 47 años y cuando entré había un grupo de ejecutivos y de empresas trabajando en construir una organización sólida, en crear un grupo de influencia hacia quienes eran nuestras administraciones, pero no había un equipo interno profesionalizado. Uno de mis retos más grandes ha sido profesionalizar Fenin. Hoy somos 32 personas, diez directores cada uno en su área, asegurando el desarrollo y la especialización de cada ámbito. En regulaciones tenemos una verdadera experta en la materia, a tal punto que las empresas y la misma administración le hacen consultas. Fue necesario usar un modelo de trabajo que permitiese estar subdivididos por especialidades y ha sido un modelo muy sólido y exitoso debido a que las empresas tienen intereses compartidos y trabajan en sus intereses y no en la transversalidad que es más global. Hemos logrado un modelo de gobernanza sólido, que nos permite mirar al futuro con estrategias de medio y largo plazo y responder a los retos del sector, y en el que las empresas ven un valor agregado. Para mí, también, ha sido satisfactorio ser una mujer en un mundo de hombres y mostrar e integrar con éxito un liderazgo femenino. Ha sido una máxima haber logrado junto a mi equipo una cultura interna, un sentido de pertenencia a la organización. Eso nos da una integración de equipo muy equilibrada. Hemos sido leales, honestos y profesionales con la administración, y a través de nuestros principios hemos ganado la credibilidad de nuestros interlocutores. Mi legado es por un lado el equipo interno profesionalizado y la buena gobernanza y por otro lado la buena relación con los stakeholders. Hemos creado un estado de confianza entre las partes que nos permite la posibilidad de expresarnos y plantear problemáticas. Si las cosas se hacen bien el resultado será positivo.
La industrialización va ligada a la expansión internacional. Hemos visitado a través de nuestro departamento de Internacional -que existe ya hace más de 25 años- a más de ochenta países, llevando tecnología española. Y seguiremos en ese camino.
Dentro de la organización, vimos la pandemia de una forma muy especial, creamos un gabinete de crisis y nos mantuvimos en contacto con el Gobierno y con las comunidades, haciendo esfuerzos enormes y solidarios. Las empresas recondujeron su fabricación a otros productos que eran necesarios y esenciales con la autorización de la agencia regulatoria AEMPS. Creamos un corredor aéreo sanitario, activo por tres meses a partir del 20 de marzo de 2020, entre Shanghái y Madrid. Durante este período de tiempo, llegaron a España más de 700 toneladas de material sanitario proveniente del continente asiático. Por medio de un acuerdo entre el Grupo Iberia y un grupo logístico logramos traer material sanitario al país en el peor momento. Haber podido organizar un proyecto de estas dimensiones con muy pocos recursos deja una satisfacción personal.
EF: ¿Tienes un mensaje final para compartir con nuestros lectores?
MA: Estamos ante un sector estratégico y esencial que salva vidas; un sector presente en el diagnóstico, tratamiento, prevención, seguimiento de las patologías y la calidad de vida a lo largo y ancho de nuestras vidas. Es un sector con una enorme explosión a futuro, hablamos de Inteligencia Artificial aplicada a la salud, de robótica de impresión digital y de big data. Dentro de la salud, el sector tecnológico será el más importante.
- Hace dieciséis años creamos una fundación, llamada Fundación de Tecnología y Salud con un enfoque social y con el foco en el paciente.
- Hemos creado una cátedra interuniversitaria, porque falta unir a la industria con el ámbito académico y no hay formación reglada en nuestro país sobre tecnologías médicas. Tenemos que procurar que el mundo académico pueda trasladar todo el poder que la tecnología aporta al profesional. Tenemos una cátedra vinculada al área médica, con bioingeniería médica y con otras disciplinas. La cátedra tiene apenas seis meses de vida, pero puede llegar a tener las dimensiones de la fundación.